martes, 11 de septiembre de 2012




Los perlizadores, también denominados habitualmente aireadores o atomizadores, se instalan fácilmente en los grifos y reducen el caudal entre el 40 y el 60% sin que, aparentemente, la cantidad de agua suministrada o la sensación de mojado disminuyan. ¿Cuál es el secreto de este aparente milagro? Estos dispositivos mezclan aire y agua, haciendo que ésta salga por el grifo “esponjosa”, lo que proporciona el efecto aparente de que el volumen servido es el mismo.

Ventajas de los perlizadores:  
  • Reducen el caudal de agua consumido entre un 40% y un 60% respecto a un grifo sin aireador, sin que la sensación de mojado disminuya.
  • Reducen las salpicaduras producidas por el agua.
  • Mantienen la presión del agua,pudiendo aumentar incluso su velocidad de salida.
  • Proporcionan una ventaja añadida si nuestros desagües son “lentos” tragando el agua, ya que el caudal real a evacuar disminuye.
  • Algunas fuentes consideran que mejoran el sabor del agua
¿Cómo funciona un perlizador?

El perlizador produce dos efectos complementarios:

  • Reduce el caudal de agua
  • Añade aire al flujo de agua para compensar la disminución del caudal
Para lograr estos efectos, los aireadores suelen contar con una membrana en forma de anillo por la que pasa el agua, produciéndose el denominado “efecto Venturi”. El paso por la membrana hace que el agua aumente su velocidad, provocando dos efectos clave: la succión de aire (que se produce gracias a la existencia de unos orificios de entrada que forman parte del propio dispositivo) y la limpieza del difusor, que evita que se formen depósitos.
  Los elementos típicos de un perlizador son: 
  1. Una malla de entrada
  2. Una membrana en forma de anillo (que reduce el caudal produciendo “efecto Venturi”)
  3. Unas mallas de salida, que forman el difusor
  4. Un sistema de toma de aire
Algunos aspectos prácticos…

Instalación: Los perlizadores se instalan muy fácilmente; basta con desenroscar del grifo nuestro viejo difusor, sustituyéndolo por el modelo que más nos interese. A la hora de comprarlos, no obstante, hay que elegir un modelo que tenga un tipo de rosca adecuado a las características de nuestros grifos (hay “machos” y “hembras”)

Existen diversos modelos de perlizadores, para griferías de lavabos, bidés y fregaderos de cocina. Para los fregaderos de cocina son muy útiles los perlizadores orientables que permiten proyectar el flujo de agua hacia donde lo necesitas. Algunos modelos cuentan con dos opciones de mojado: tirando obtenemos agua en pequeños chorros y pulsando, un chorro único de agua esponjosa.

Elegir bien: no todos los perlizadores son iguales. Hay algunos de ínfima calidad, que proporcionan un ahorro escaso, pero la mayoría resultan ser muy eficaces. Habitualmente, un buen perlizador de lavabo proporciona un caudal en torno a 5 litros por minuto, mientras que uno de cocina suministra unos 6. Algunos fabricantes ofrecen una amplia gama de modelos, con caudales diversos.

Precios: los perlizadores son bastante baratos y, sin duda, uno de los artilugios ahorradores más rentables, ya que permiten sustanciales ahorros de agua y energía (agua caliente) con una inversión mínima.


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