lunes, 15 de octubre de 2012



Ojo al dato amig@: hemos podido comprobar, para nuestra gran sorpresa, que estas modernas y elegantes placas de cocina eléctricas, que ni siquiera nos muestran “piloto rojo” cuando las apagamos con un simple toquecito, siguen consumiendo energía eléctrica de forma considerable, y por lo tanto, engordando nuestra factura mensual, contribuyendo a empeorar, si cabe, nuestra maltrecha economía doméstica en estos tiempos de crisis.

Auditoría energética en casa: un interesante descubrimiento

En casa no se nos ocurrió sospechar tal cosa hasta que un buen día y gracias a un trabajo del máster, el cual, sinceramente, nunca pensé que me traería tantas satisfacciones y del que sacaría tanto provecho (gracias Vicente M.S), nos llevó a comprar un contador instantáneo de electricidad para realizar una auditoría energética en casa.

Los contadores instantáneos de electricidad son unos sencillos y útiles aparatitos gracias a los cuales puedes conocer cuál es el consumo de electricidad que estás teniendo en casa en un momento determinado. Pues bien, uno de los ejercicios fáciles y muy recomendables para descubrir consumos fantasma difíciles de detectar, es decir, aquellos que no se manifiestan a través de ningún “piloto rojo”, es intentar llegar a visualizar en el monitor consumo cero.

Nos pusimos manos a la obra y para conseguir llegar a cero apagamos absolutamente todo (el frigo, la lavadora, el horno…) o eso creíamos, pero el monitor seguía marcando un consumo considerable de 100 Watios-hora (0,1 kWh). ¿Qué estaba pasando? ¿De dónde provenía ese sustancioso consumo? Finalmente, jugando con el encendido y apagado de los distintos interruptores magnetotérmicos del cuadro general de protección (CGP) de casa… ¡bingo! Ahí estaba la responsable: ¡la placa! (en nuestro caso, placa de inducción).

¡Caray con el consumo fantasma de la placa!

Enseguida nos lanzamos a hacer números, para ver lo que nos estaba suponiendo este consumo permanente del que no éramos en absoluto conscientes hasta ese momento. Era un cálculo sencillo:

0,1 kWh/h x 23,5 h/día x 365 días/año = 857,8 Kwh/año (*)

(*) Haciendo uso de la placa para cocinar una media de 30 minutos al día, nos quedarían 23,5 horas al día de consumo fantasma puro y duro. Éste era nuestro caso particular, que de cualquier forma, no se aleja mucho de la media, pues según estudios realizados una placa está 695 horas al mes en un hogar en stand-by (23,2 h/día).

Lo que suponía traducido a euros…

857,8 Kwh/año x 0,19** €/Kwh = ¡164 €/año! (**)

(**) Considerando el precio actual de 0,149198 €/Kwh de la energía eléctrica incrementado por el impuesto que grava directamente el consumo de electricidad y el insalvable IVA

Una cantidad nada despreciable, y más en los tiempos que corren; pero si además tienes en cuenta que la vida útil de una placa de cocina eléctrica puede establecerse en 15 años, si no pones remedio a este inconveniente consumo fantasma de tu placa podrías llegar a “malgastar” cerca de ¡2.500 €! (164 €/año x 15 años = 2.460 €).

Después de este descubrimiento no podíamos quedarnos de brazos cruzados. La solución fácil, aunque poco elegante y mucho menos práctica, sería desenchufar la placa cada vez que terminas de cocinar, y enchufarla de nuevo cada vez que tengas que hacer uso de ella; pero claro, esto supone un gran engorro, ya que los lugares donde se encuentra el enchufe de estas placas suele ser bastante inaccesible.

Nosotros encontramos otra solución: la elegante, a la par que cómoda. Te la cuento con detalle a continuación, esperando que te sea de utilidad y la puedas poner en práctica.

Una solución fácil y muy, pero que muy rentable
 
Nuestra solución se basa en una idea muy sencilla, que consiste en instalar, junto a la placa de inducción, un dispositivo de interrupción del suministro eléctrico, un interruptor magnetotérmico, que te permitirá pasar cómodamente de una posición on a off. Esto también se podría hacer igualmente desde el cuadro general de protección (CGP) de casa, bajando la pestaña del interruptor magnetotérmico correspondiente a la placa de cocina, pero por lo general, no suele existir un único magnetotérmico por cada electrodoméstico, sino que suele estar compartido para varios de ellos, lo que ya hace esta opción inviable, además de ser muy poco práctica, y ya ni hablamos de lo atractivo que resultaría desplazarse hasta la entrada de casa cada vez que necesitásemos hacer uso de la placa de cocina ¿verdad?.

A continuación te indico el material que necesitamos en casa para realizar esta pequeña instalación eléctrica, verás que el coste de los materiales es irrisorio:
  • 1 Magnetotérmico Unipolar de 25 A: 3,75 euros/unidad
  • Cable flexible H07V-K 6mm cobre: 2,50 euros/m (en nuestro caso nos bastó con tan sólo 3 metros, el doble de la distancia desde el enchufe al punto en que se instala el magnetotérmico, recorrido de ida y vuelta)
Una inversión en coste material insignificante de 11,25 €, si se compara con el beneficio económico en que se traducirá esta medida. Recordarte que el consumo fantasma en nuestro caso debido a la placa era de ¡164 €/año!... Y para hacer las cuentas del todo completas nos faltaría añadir el coste horario del profesional de la electricidad que instalaría el dispositivo:

Coste del instalador electricista: 30 euros/hora (El precio medio de los servicios de las empresas de instalación eléctrica es de 30 euros por hora). Nosotros empleamos 1 hora en esta pequeña instalación eléctrica, no deberían emplear mucho más tiempo ¡ojo!

Ahora ya estoy en condiciones de mostrarte el balance económico, que demuestra lo rentable que nos ha resultado esta pequeña instalación en casa: 

   Coste total de la inversión: 11,25 + 30 = 41,25 €
   Beneficio económico anual: 164 €/año

Con un estadístico sencillito podemos conocer de inmediato el tiempo en que amortizaremos esta pequeña inversión: 

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